En el país tener la mitad de las ambulancias públicas dañadas pudriéndose en talleres mecánicos son huellas de la corrupción dentro de las casas de salud, mientras más ambulancias inservibles, hay más oportunidades para que compañías se beneficien de contratos de alquiler, así lo denuncia la Comisión Nacional Anticorrupción.
El hospital Abel Gilbert Pontón, en el suburbio de Guayaquil, está en la mira. En los últimos cuatro años destinaron 338 mil dólares para alquilar dos ambulancias, porque las propias estaban dañadas, según cotizaciones, con ese mismo presupuesto podrían comprar 4 ambulancias nuevas.
El vicepresidente Alfredo Borrero en su recorrido en esa casa de salud, constató el caso.
Aníbal Santana, secretario del sindicato de choferes del Ministerio de Salud, denuncia el abandono de los vehículos de emergencia.
Desde ahí surge la sospecha de que las ambulancias permanecen dañadas al pie de sus casas de salud, como esta a un costado del hospital del niño en Guayaquil, por al menos seis meses, mientras los enfermos padecen.
Un panorama similar se registra en el hospital de Infectología en el centro de Guayaquil.
Por eso la urgencia de reemplazar las ambulancias abandonadas por nuevos vehículos, equipados, listos para salvarle la vida a quienes agonizan por ser atendidos.
Fuente. Ecuavisa
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